INTRODUCCIÓN
El mes pasado traía a estas páginas el accidente nuclear de Fukushima. En ese artículo informaba de las razones de ese desastre y aprovechaba para indicar los principios básicos del funcionamiento de un reactor nuclear. Pero todo comenzó en mayo de 1911, es decir hace cien años. Uno de los grandes científicos de la historia de la ciencia, Ernest Rutherford, descubrió de forma inesperada que el átomo era algo muy diferente de los que se creía en aquel momento.
Ese descubrimiento daría lugar a cambios en el futuro inimaginables cuando acababa de iniciarse la segunda década del siglo XX. De hecho, el no fue capaz de prever esos cambios y murió antes de que fueran una realidad. Estoy hablando de las armas nucleares, los reactores nucleares y la medicina nuclear, entre otros.
Por cierto, el azar jugó aquí un papel importante. Pero no nos engañemos, en Ciencia la suerte ayuda a quien la merece.
Este artículo pretende explicar un poco que es lo que pasó hace cien años, cuando se descubrío el núcleo atómico.
EL PERSONAJE
Ernest Rutherford fue el cuarto de doce hijos de James y Martha Rutherford. Nació en Brightwater (Condado de Nelson - Nueva Zelanda) en 1871, estando la región de su nacimiento justamente en las antípodas de Galicia en la península Ibérica. Su padre era granjero y mecánico, mientras que su madre había ejercido como maestra antes de casarse. Ernest siempre fue buen estudiante, y con una altura considerable destacó también como jugador de rugby. Quizás el lector o lectora haya visto al equipo nacional neozelandés (All Blacks) realizar una danza intimidatoria frente a sus rivales antes de comenzar unos de sus competiciones. Me gusta imaginar al insigne físico vestido de corto en tal situación.